El CD Ginelux Juan Grande encara este domingo (10:30, hora canaria) en tierras madrileñas un partido muy importante para definir su futuro en la competición ante un Rayo Vallecano con el que comparte puestos de descenso. Las amarillas quieren sumar una segunda victoria que se les resiste desde finales de septiembre.
Aunque aún no se ha alcanzado el ecuador de la competición, la actual situación de la tabla clasificatoria empieza a despertar urgencias, especialmente en la parte baja de la clasificación. El descenso lo marca el Córdoba CF, que actualmente suma once puntos. El CD Juan Grande tiene seis y su próximo rival, el Rayo Vallecano, cinco puntos.
Con todo, las dinámicas de ambas escuadras son opuestas. Además de contar con la teórica ventaja local, el Rayo Vallecano llega a este enfrentamiento cargado de moral tras dos jornadas sin conocer la derrota. Precisamente, en su último partido en casa, las vallecanas obtuvieron una victoria ante el Córdoba Femenino (3-1). En su salida a Albacete, el fin de semana pasado, arrancaron un valioso empate (1-1).
El CD Ginelux Juan Grande, por el contrario, lleva demasiado tiempo sin conocer la victoria. Para ser exactos, desde la segunda jornada, a finales de septiembre ante el AEM SE Lleida (2-0). Desde entonces, solamente ha sumado dos puntos, en sendos empates ante RCD Espanyol y Real Oviedo.
Sin embargo, hay razones de sobra para creer en las amarillas. El CD Ginelux Juan Grande ha competido en prácticamente todos los partidos que han disputado. Salvo la dolorosa derrota ante el Córdoba CF (0-3), el resto de partidos sin recompensa se han decidido tan solo por un gol de diferencia y las amarillas tuvieron opciones de sumar hasta el último minuto de todos esos partidos.
De hecho, dos de las derrotas llegaron en las postrimerías del encuentro. Ante Granada CF y Albacete Femenino, el equipo del sureste grancanario rozó con los dedos dos puntos que ahora le darían un poco más de margen en la clasificación. El partido en Vallecas seguirá siendo capital para el futuro de las amarillas en la competición y, a nivel emocional, una victoria supondría una buena bocanada de aire para afrontar las próximas jornadas.
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